El falso castillo
El castillo se construyó entrado el siglo XVI, posteriormente
al año 1550. En esas fechas, ya no tenía apenas sentido fortificar un castillo
a la manera medieval.
Se trata de una construcción peculiar, ya que por su aspecto,
asemeja una pequeña fortaleza. Pero si nos fijamos encontraremos que sus
estructuras no tienen tanta lógica defensiva, sino más bien decorativa y
ornamental.
En primer lugar, el grosor de sus muros, que mas bien son paredes. No aguantaría mucho ante una máquina de asedio. Además, a lo largo de sus muros se abren demasiadas ventanas al exterior, algunas de gran tamaño.
En primer lugar, el grosor de sus muros, que mas bien son paredes. No aguantaría mucho ante una máquina de asedio. Además, a lo largo de sus muros se abren demasiadas ventanas al exterior, algunas de gran tamaño.
Las puertas, al norte y sur, a ras de suelo, con entrada
directa al interior y más adornadas que defendidas. Muchas de las saeteras son
meramente decorativas, pues no se colocan en cantidad ni en los mejores lugares
para tener un buen disparo o defender puntos clave. Vamos, que en este
"pseudocastillo" prima más la estética palaciega que el sentido militar.
Consta además de un foso que lo rodea casi en su totalidad, excepto en las
zonas más vulnerables, como son los accesos al recinto. La planta de la
construcción es pentagonal. El interior, es un gran patio diáfano lleno de
escombros, que apenas conserva alguna estancia adosada a sus muros o el acceso
a las torres o garitas.
En esta ocasión éramos un grupo de 7 personas, a varios de
ellos los conocí en un taller que hice en Belchite, una de las mejores cosas
que nos trajimos de allí Diego y yo.
Para esta salida, como estaba algo lejos como para volver a
dormir a casa, decidimos hospedarnos en un hostal cercano con una decoración algo siniestra.
Pudimos hacer fotos del
atardecer, la Vía Láctea y esta circumpolar con la que terminamos la noche.
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