El templario
Aprovechando unos días de vacaciones en Soria no pude resistirme a salir una noche, eligiendo el castillo de Ucero por lo cerca que estaba de nuestro hotel y por su fácil acceso en coche. Así mi chica, que es un poco miedosa, se pudiese quedar en el coche mientras yo subía una pequeña montaña para disparar con más elevación. Visitamos el lugar por la tarde por lo que ya tenía mas o menos claro el encuadre.
No pasaron ni 30 minutos y ya me estaba llamando, condicionó un poco el
tiempo que me suelo tomar, pero no se lo reprocho, menuda paciencia infinita
que tiene conmigo !!
Y aquí un poco de la historia del protagonista:
Situado
sobre un promontorio rocoso en la orilla del río Ucero, cerca de su nacimiento,
domina el amplio espacio de los valles de los ríos Lobos y Chico. Cerca se
halla el cañón del río Lobos cuya parte final es
totalmente visible desde la fortaleza.
La
vinculación de los templarios con la zona es muy fuerte. Hay constancia que en 1170 ya
estaba asentada la Orden del Temple en estos lares al estar documentado un
litigio entre la Orden del Temple y la de Calatrava donde se cita el convento
de San Juan de Otero.
El propio
castillo se asienta sobre los restos de un castro celtíbero. La necrópolis de
San Martín, visigótica, las construcciones romanas van dejando ver la continuidad del asentamiento en estas
tierras.
La
construcción consta de un triple recinto amurallado protegido por un foso. El
acceso se realizaba por una serie de rampas y un puente levadizo. La defensa se completa por el lado sur con
un muro.
Su
construcción se remontan al siglo XIII, y su origen está ligado a
las controversias de la época.
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